abril 21, 2013

Atmos For Peace
Amok 

Antes de comenzar tengo que aclararlo; no soy fan de Thom Yorke y hace varios años que dejé de ser fan de Radiohead. La razón: estoy harto de la pretensión elitista de sus fanáticos. No soy su más asiduo escucha pero tampoco les odio, simplemente no me he sentido atraído últimamente por su música (hasta ahora). Y si estás esperando que destroce este disco por el simple y único hecho de que se trata de ellos, creo que hasta aquí deberías dejar de leer. Cuando grabó The Eraser, en el 2006, su primer álbum como solista, Thom Yorke pareció liberarse de la responsabilidad que conlleva ser el frontman de Radiohead, agrupación que constantemente se encuentra puesto el ojo clínico de la crítica, los especialistas, sus detractores y sus tantos de seguidores alrededor del planeta. Como su nombre lo indica, The Eraser fue un disco austero, experimental, un vehículo para que Yorke pudiese encausar muchas de sus inquietudes artísticas personales. Sobre todo, en ese álbum pudo introducirse y acercarse más en algo que le fascina: la música electrónica (aunque bueno, hoy en día acercamientos con este género ya no son ninguna novedad ni impacto en nadie). Con Atoms for Peace ocurre algo semejante. Pues no se trata ciertamente de un proyecto solista. Por el contrario, nos encontramos ante una nueva agrupación, alterna a Radiohead, pero con músicos tanto o más importantes que los del quinteto de Oxford. Estamos hablando de Nigel Godrich (músico, ingeniero y productor largamente asociado con Radiohead), de Flea (Michael Balzari, el legendario bajista de los Red Hot Chili Peppers, Rocket Juice & The Moon), de Joey Waronker (estupendo baterista) y de Mauro Refosco (percusionista). Con dichos acompañantes, Yorke actuó por primera vez, en octubre de 2009, en el Echoplex, un centro nocturno de la ciudad de Los Ángeles, California, justo para presentar The Eraser y algunas composiciones extras. Este resultado fue tan bueno que decidieron seguir juntos y en 2010 tocaron en diversos sitios. Para entonces ya habían adoptado el nombre de Atoms for Peace, tomado de uno de los cortes del álbum solista de Yorke. Para noviembre del 2012, el grupo presentó su primer sencillo, la composición "Default" que formaría parte de su primer disco, Amok, editado por la disquera XL y que apareció en este año. Amok es una clara continuación de The Eraser y esto lo vemos desde la propia portada, elaborada por Stanley Donwood con el mismo estilo con el cual diseñó la de El borrador. Musicalmente, es claro que hay una solución de continuidad. Sin embargo, lo que en The Eraser eran pruebas y experimentos, en otras palabras: prueba, ensayo y error, en Amok ya son piezas mejor estructuradas, sin perder ese aliento heterodoxo que tanto gusta a Thom Yorke. Los nueve cortes que lo componen no poseen la estructura clásica de la canción sino que se basan en formas rítmicas marcadas por las percusiones y el bajo, armonías electrónicas de los sintetizadores y melodías más o menos coherentes que Yorke va bordando al cantar diferentes frases sueltas que pueden ser herméticas o sentenciosas. Quizá si algo se le pudiera pedir a los músicos sería un poco más de agresividad, tener un ataque más contundente, para que la forma líquida de algunos de los temas no sintieran que se escapan como agua entre los dedos. Entonces: ¿Es Amok entonces la obra de un solista o la de un conjunto estructurado de músicos? Es ambas. Porque: está el trabajo solista de Thom que desarrolla las canciones y domina aproximadamente de cuarenta y cinco minutos que dura la placa. Y porque: es también el disco de una agrupación, en donde Godrich, Flea, Waronker y Refosco juegan un papel fundamental en los arreglos y las ejecuciones y son mucho más, que un simple grupo de acompañamiento. De hecho, Yorke jamás trata de robarle protagonismo a sus compañeros y eso es algo que se agradece. Para finalizar, este es un buen álbum no sólo más satisfactorio que The Eraser sino incluso que The King of Limbs de Radiohead y el propio Thom Yorke parecería sentirse más a gusto, incluso más libre, en el álbum de Atoms for Peace que en el grabado en 2011 con sus viejos camaradas

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