septiembre 07, 2015

Mujerez

Bueno, la última vez que supimos de Zaque (con "Q") todavía existía MySpace y Facebook apenas eran notas en una pizarra. Durante ese largo intersticio, Zaque puso a entrenar a Tino el Pingüino haciendo maquetas y co-produjo parte del EP «Luces y calles» con Doctor Destino. En algún punto empezó a separar una serie de beats a los que una vez terminados les puso nombres exóticos siendo unos cuantos los que se quedaron para un nuevo disco. Sin embargo, hubo que esperar algunos años para, por fin, escuchar el resultado completo. 
Se anunció su salida anticipadamente con un formato físico de edición limitada que no era más que una USB empacada en una caja de MDF. En esta se incluyó también unos clips del "detrás de", formatos de audio MP3 y Wav), además de una versión mix por DJ Freak. Pese al corto número de pistas, Zaque insiste que «Mujerez» (sí, con zeta) no es un EP y aclara por si las dudas que él no es Charles Chinoski. La duración del "disco" no supera ni a la media hora y es hasta la fecha literalmente su material más liviano de su discografía. 

Nuevamente todo esta producido por Zaque mismo y las diferencias de casi una década se notan, es más meticuloso que «El día y la noche en el infierno». Mucho ha mejorado también. Las instrumentales ya no parecen sacadas de una toybox Playschool, ahora suenan ambientales con samples de cuerdas bajo capas sobre capas, e incluso canta y entona mejor los coros. 

En cuanto a su concepto es una serie de historias o memorias sobre sus mujeres. El título está tomado de más de la novela de Charles Bukowski, pero que nada que ver con el prota del libro, Hank Chinaski. Como un amante trasnochado dice amar a todas las mujeres por igual, sin embargo, parece que algunas desatan más emociones que otras. Por ejemplo, 'Guillermina' es como el fresco de la madrugada y con "Horlina" son las horas. Luego está "Bartola", una chica que viste Prada y Ecko Red esperando las noches para brillar. "Juliana" me recuerda a un cielo gris, y tristemente "Lluvia" huele a petricol. "Marta" es literalmente el límite, a partir de ahí el disco va en picada. "Milena" es el tercer y último interludio, uno de los más ligeros con el pecado de la extensión. De las canciones más prescindibles de todo el álbum está "Trina", hecha desde con un poco desprecio al tipo de chica materialista. "Kimora"es la mejor carta de «Mujerez» y da un buen cierre con un remate apropiado:" De vivir se aprende y todo por servir se acaba, o sea no voy a llorar por la cerveza derramada". Finalmente "Alicia" es la instrumental más larga con la que termina.

Las únicas colaboraciones en el álbum son de parte del mismo crew de SonidoLíquido al que pertenece Zaque. DJ Freak hizo todo la parte de los scratches aparte del mix. Tino el Pingüino, por lejos el más conocido de los tres, solo aparece una sola vez con un verso en "Marta" por si le faltaba otra voz chillona al disco. 

«Mujerez» es un álbum melancólico y ligero sobre los recuerdos y encuentros agridulces. No es perfecto. Algunos interludios están cargados de scratches y otros se sienten de más, pero tampoco son la ruina. Sin embargo, su defecto más grande es quedarse corto a la hora de explicar mejor a uno de los seres más enreversados y misteriosos del universo. Se supone que estas canciones son consecuencia de una larga reflexión y aún así faltó el ingenio para escribir historias más emocionantes. 

«Mujerez» es consistente tanto como en su duración como su premisa. No es el milagro infalible del hip hop como sus YesMan o fans insufribles creen, se repite para lo que dura y no tan es sustancioso, pero es liviano y humano. Sembró altas expectativas, mas no tuvo el mismo impacto cuando salió “El día y la noche en el infierno» en 2006, cuando MySpace era chido, Facebook era tan solo una idea, y Zaque era un joven despreocupado que aún escribía su nombre con "K". 

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