enero 19, 2014

Janelle Monáe
The Electric Lady

Una de las grandes revelaciones que el 2007 trajo fue sin duda Janelle Monáe, quien con su primer disco, Metropolis, Suite I: The Chasse (Wondaland Arts Society, 2007), un epé dividido en cinco partes, la revelaron con una personalidad multifacética capaz de grandes alcances musicales. Su talento desbordado, inventiva delirante y esa admirable versatilidad que le permitía abordar con asombrosa naturalidad una gran cantidad de géneros y subgéneros pronto llamaron la atención de la crítica especializada a pesar de la poca repercusión de su debut y tres años más tarde, la visión y el evitar encasillarse junto con la cosecha de su EP dio fruto a su primer álbum, The ArchAndroid (Bad Boy Entertainment/Wondaland, 2010), un trabajo destacable y un compendio de géneros perfectamente ensamblados a lo largo de las suites II y III de ese concepto monumental que es Metropolis. Es Monáe una cantante y autora que ha logrado darle a sus composiciones pasmantes complejidades musicales, que junto con lo maleable timbre de su voz, no deja de sorprender por anidarse en las tradiciones de la música de raíces afroamericanas (blues y el gospel, jazz, soul, rhythm n’ blues, funk y hip-hop) y combinarlas con corrientes como el alt-rock, el folk, el pop, el avant-garde o la música orquestal, entre otras, con resultado estupendos y convincentes en las que se establece como autora e intérprete total, una creadora con capacidades para abarcar gamas musicales. Tras tres años por fin podemos escuchar la continuación de esta ópera futurista en donde el talento excepcional vuelve a quedar demostrado. El tercer opus de esta serie Metropilis, The Electric Lady (Bad Boy Entertainment/Wondaland, 2013), prosigue con la efervescente obra que prosigue con las suites IV y V y en ellas crea y recrea sus ideas e influencias de manera ostentosa, intensa y vehemente en donde se aprecian rastros de Stevie Wonder ('Ghetto Woman'), Lauryn Hill ('Victory'), En Vogue ('Q.U.E.E.N'), Jackson 5 ('It's Code') y varios más. Temas como 'We Were Rock & Roll', 'Dorothy Dandridge Eyes', 'Givin'Em What They Love', 'What an Experience' y la encantadora 'Dance Apocalyptic', son piezas que destacan por su movilidad y magia. Cabe destacar las participaciones de Prince, Erykah Badu, Solange y Esperanza Spalding ofrecen variedad vocal al álbum. Monáe no sólo demuestra sus dotes como compositora una vez más, se mueve con naturalidad de un estilo a otro a lo largo de los diecinueve cortes que conforman The Electric Lady. El único aspecto débil de este trabajo es que se siente flojo a pesar de su rítmica y su música en ocasiones no es tan fácil de acercarse; el baile, el sexo, el amor y el abandono son un recurrente que ya se ha escuchado antes pero en The Electric Lady no se abrazan tan fácilmente, no obstante, tras un par de giros, las baladas revelan sus encantos y el álbum se libera de la pesadez que dan en la primera impresión. Más que hacer álbumes conceptuales, lo que Janelle Monáe ha hecho es ir más allá y encerrar su corta discografía en un sólo concepto que narra una historia de ciencia ficción en la cual robots, extraterrestres, ambientes apocalípticos y una gran combinación de varios géneros que crean un sonido futurista y retro. En pocas palabras: Electrificante.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Blah, Blah, Blah!