diciembre 02, 2013

Jake Bugg
Shangri La

La figura de Jake Bugg empezó a notarse cuando fue el telonero de Noel Gallagher durante el concierto de War Child en el 2012. Posteriormente, en ese mismo año, durante agosto también fue el encargado de abrir los shows para The Stones Roses, lo mismo en septiembre pero esta vez para The Killers durante el iTunes Festival. Después se embarcó en el tour promocional de High Flying Birds de Noel Gallager. Y es durante el transcurso de este año que Jake Bugg se ha estado presentando distintos países. No obstante aún sigue siendo muy joven para tener una biografía, aunque en su breve existencia ya cuenta con algunos actos que ya lo están relevando. Jake Bugg es de Nattingham, Inglaterra, lo que nos dice sobre prestigio y reputación. Desde su primer álbum homónimo y toda esa atención que ha recibido por parte de los medios que le han querido emparentar a éste joven inglés con una imagen idílica de Bob Dylan, pero esto se debe a la necedad de querer encontrar un sucesor al nativo de Minnesota. Sin embargo, Bugg no posee un tono nasal a la hora de cantar; a decir verdad, su voz es promedio aunque con los registros suficientes para cautivar. La coyuntura de su voz se la debe a una corte en donde encontramos a Paul Weller, los hermanos Gallagher (así es, en especial a Noel) y Miles Kane. Es decir hay una continuidad del mejor rock pop inglés. Lo más reciente de este hijo de Albión es haber presentado su segundo disco como solista, Shangri La (Jake Bugg Records/Island Records, 2013), nombre tomado de los estudios en el que fue realizado, el cual fue producido por Rick Rubin durante su viaje a Malibú, CA. Shangri La es una curva que discierne a su álbum predecesor, y como novedad, hay un acercamiento con la música country desde el tema de apertura 'There's a Beast and We All Feed It'. Igualmente hay una inclinación por el punk rock ('Slumville Sunrise', 'What Doesn't Kill You', 'Kingpin') por el uso de riffs rápidos de la guitarra eléctrica. Esto no quiere decir que no tome regrese a sus lexemas originales, 'Me and You', 'Messup Kids', 'A Song About Love' y 'All You Reasons' hacen un retorno al estilo del primer álbum, es decir, la guitarra acústica hacia las melodías pop, blues y folk. Al guitarrista-compositor le da el gusto por el rockabilly que se puede notar desde la primera canción (y en menor medida, 'Kingpin') que nos remontan pronto a temas anteriores como 'Taste It' o 'Seen It All' de Jake Bugg (Mercury, 2012). Pero sus mejores atributos radica en arropar sus canciones solo cuando lo considera necesario. Si la guitarra le es suficiente para Bugg, a esta partes del álbum se les debe navegar sin velamen, ya que aún con todo y solvencia no se salvan de ser aburridos por su carga de solemnidad. Jake se vuelve excesivamente serio, sentencioso, pretencioso de convertirse en un juglar moderno. El lado más rockanrolero de resulta el lado más libre, más divertido y contagioso de Shangri La. Ataca las melodías con más vigor, con agitación y furia controlada, conviertiéndose en los temas más amenos. También se recurre a las baladas, las canciones lentas como 'Storm Passes Away', 'Pine Trees' y 'Simple Pleasures' que se encuentran a la salida del álbum. La imperfección que presenta en este trabajo es su pronta caída en la monotonía de algunos de sus temas, que no pueden evitarse sentir como pesadas piedras que se van arrastrando. Aún con y todo que la voz de Jake Bugg todavía no toma la madurez necesaria para tener una identidad propia, está desplegando experiencia y hablando de los tamaños para despuntar, con las hechuras necesarias para destacar. Él se encuentra en las etapa donde puede ser maleable y caer en tentaciones, con un futuro incierto, sin embargo los augurios pronostican interesantes posibilidades para los años venideros. Y con Shangri La nos demuestra una faceta mejorada en la cual inmediatamente se nota la dirección de Rick Rubin.

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