julio 11, 2013

MF Grimm 
The Hunt For The Gingerbread Man

Crear un álbum concepto tiende siempre a ser una apuesta que corre muchos riesgos, ya sea por la inconsistencia o por la redundancia de la temática a tratar. El disco concepto en el rap es una formula que prueba con la capacidad creativa para la coherencia de un trama, es aquí donde el rapper demuestra si puede mantener su storytelling o de plano divaga/redunda. ¿Una alegoría de la parafernalia de drogas y la vida callejera que requiere a una galleta antropomórfica para ser el protagonista principal de una historia de decadencia urbana es una idea buena para presentar? El neoyorkino MF Grimm ha tenido la característica de escribir raps oscuros y consistentes y para su tercer disco, The Hunt For The Gingerbread Man, ‎no hace ninguna excepción ni sacrificio de su estilo sombrío, narrando las aventuras de Gingy (un hustler de jengibre que requiere de cinco temas para presentarse) en el mundo de Candyland, aunque la verdadera epopeya de Gingy surge cuando asesina a The Fox (un pandillero que fue atrapado) y se escapa de la cárcel. Debido a este asesinato, Gingy se convierte un fugitivo, y entonces da paso a los soliloquios que lo acompañan en su escape ("Earth", "Fame", "See No Evil, "Gangsta Pastries") y por supuesto, en el sexo ("My House"). Como se puede observar el concepto del álbum resulta una idea bastante trillada y obvia; el avatar no representa mucho sino el filtro de como su creador proyecta sus fantasías de vivir una vida desenfrenada. La capacidad lirica de Grimm bien pudo ser aprovechada para traer un cuento de hadas gangsta al menos mejor planeado y con un mejor desarrollo, en cambio, desaprovecha su propia creatividad tirando por la borda su estatus como una leyenda subterránea del rap. Por otra parte no se puede decir que todo sea malo y todo este perdido; los beats no serán los mejores pero trabajan, también hay temas rescatables como la introspección contemplativa de "Earth" y el remix "Head In The Clouds" que cierra el disco. Lamentablemente The Hunt For The Gingerbread Man es una historia de candy raps que no pudo sustentar su conceptualismo, que se vuelve vagamente temático, los versos son ingeniosos pero repetitivos, la producción es anémica y a veces plana. Un álbum que trató de dar una visión de la realidad pero que terminó en puros clichés pueriles, de por si, inertes en el hip-hop.

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