abril 02, 2012

Trentemøller
The Last Resort 

La versatilidad nunca ha sido un problema para el danés Anders Trentemøller. Hábilmente puedo cubrir ambos lados del sonido minimalista y la complejidad musical (dominar y ser poli-rítmico, tener ganchos groovy, creación de atmosferas, girar las estructuras, conocimiento de la técnica de producción, una firme sonoridad, variar el ingenio y ser de visión amplia) sin pretensiones de “culto”. Tras algunos puñados de singles y varias remezclas que ha hecho (como Röyksopp, Aphex Twin o Pet Shop Boys), es imposible no pensar que este productor no pudiese hábilmente mezclar el minimal techno, el ambiente del house y con el IDM sin sonar meramente simbólico. The Last Resort resulta ser de arpegios más oscuros y fríos (entre el romanticismo y lo siniestro), una sensación de varias metáforas invernales, sin embargo, The Sunstroke contiene una fuerza envidiable y es un argumento que puede ser la clásica incitación al baile, esto, por otra parte puede funcionar a favor como una atracción. La lista de este Lp se compone por trece temas que pasan del downtempo a remolinos rítmicos cambiantes de la electrónica, todos ellos hechos por una composición barroca de texturas y capas sonoras (como de multitracking a hipertracking). El álbum no está hecho sobre una sola pieza del estado del ánimo tras la sugerencia de los nombres (Take me into your Skin, While the Cold Winter is Waiting, Into the Trees o Moan caen en todo lo contrario), los temas llegan a tener la sutileza de la sensualidad. Otros temas simplemente nos abren las puertas a mundos como Nightwalker (con breve introducción de una guitarra surf arabesca) que se arrastra por ondulantes paisajes sonoros. La convivencia de sintetizadores e instrumentación en vivo es un recurso que no se desperdicia y le quita la esterilidad de tener que sólo ser un trabajo hecho la mayor parte por el software. Hay una crisis de identidad en la música electrónica que lidia entre las caídas a las popularidades, el avantgarde, o fusiones que no siempre son claras, así que, Trentemøller evita todas estas confrontaciones innecesarias para darle excusas a sus propias ideas (obviamente influenciadas por un rock progresivo) para ejecutarlas de una manera amplia ¿Cuántos productores pueden jactarse de lo mismo?.

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