abril 09, 2012

Gustavo Cerati
Bocanada

Mucho se pude decir sobre Gustavo Cerati dentro de las opiniones positivas y negativas, lo que es cierto es que es una figura que puede tomar formas distintas para proyectarlas dentro de su música. El argentino ex-frontman de Soda Estéreo probó un concepto más personal sobre el amor que “Amor Amarillo” del 94, trabajo el cual se centraba más en el rock pop. Tras seis años aparece Bocanada continuando con la tradición de canciones intimistas pero que toma un rumbo musical muy distinto y el resultado es un álbum enteramente entrañable no sólo por el sentido metafórico de las canciones sino porque transita en distintos estilos, usa cajas de ritmos para darle un toque de misterio nocturno.

Todo empieza con “Tabú” que inicia rítmicamente en la sensualidad de una ambientación selvática donde afloran las pasiones en la embriaguez del amor sexual. Ya en “Puente” dejaba en claro la nueva faceta de Cerati, quien experimenta con un nuevo extenso compendio de facetas musicales, en este tema rock pop. “Río Babel” contiene un burbujeante downtempo con una línea de bajeo grave, donde la melodía se centra en el sample de Moma de Electric Light Orchestra, una estupenda conexión de la metáfora fluvial con el groovy funky que siempre está marcando el ritmo.

Muchas canciones son complementarias entre sí, pero hay una captura de Soda Estéreo que se hace presente en “Beautiful”, donde Cerati juega con el theremín en la apertura y cierre de este tema pop. Hay un retroceso hacia las raíces de su primer álbum cuando retrata una pequeña discusión conyugal en “Perdonar es divino”. En el tema “Verbo carne” hay una anticipación a los 11 episodios sinfónicos y muestra al músico hablando sobre la fe en un mar de sublimes orquestaciones. “Paseo Inmoral” el tema más movido de todo el álbum cruza límites entre el electro-pop, la movilidad del rock y un glam que podría recordarnos a T-Rex, una canción sobre la nocturnidad. “Aquí y Ahora” y su secuela instrumental comienzan a delinear un desenlace plagado de referencias literarias, guitarras eléctricas y acústicas. Lo más profundo de la noche se alcanza con “Alma”, una placida canción de cuna basada en un incesante arpegio de un sintetizador apenas acariciando por la guitarra tremolada y una voz que llega suave y distante. Al final llega “Balsa”, la tercera pieza instrumental del álbum, una zapadita electrónica que al final dispara un fraseo de Elvis.

Pues bien, "Bocanada" es un viaje cuasi fílmico que muestra a Cerati más concentrado en la producción, vocalización y ambientación más que en las guitarras (que quedan en segundo plano), mientras que el contenido devela una catarsis personal.

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