septiembre 11, 2011

Sigur Rós
( )

Cuando el mundo volteaba a ver a esta gran banda islandesa, la banda decide retomar el camino de la experimentación y las largas suites ambientales que muestran en sus presentaciones en vivo. ( ) Es un álbum arriesgado que logra renunciar a la estética de temas como Ny Batten o Sven g englar (del Lp Agaetis Byrjun) se fijan en concentrarse más en piezas instrumentales (aún cargadas de poderosas cuerdas) que invitan al escucha a usar su imaginación como más le plazca. Pero insiste en un énfasis (como el grupo interno según René Kaës) que remarcan volar por la desesperanza, melancolía y música introspectiva que es posible que no sea del agrado de todos (sobre a todos aquellos que buscan partituras con fuerza, tensión marcada, eléctricos y energía) pero esto no lo hace menos excepcional. Recomiendo que el escucha ponga atención sobre todo al impresionante gran final, la épica siete y el tema ocho. Los doce minutos de este último son de lo mejor de estos años tan bizarros.

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