mayo 06, 2011

Blur
13

Después de su quinto trabajo de titulo homónimo, Blur se encuentra inflexible a regresar a el estilo brit popero de Parklife y en definitiva adiós al estilo musical tipo The Kinks de The Great Scape. Este sexto álbum se encuentra con la expresión del vacio y por momentos de estados de ánimo variados. Así es como 13 resulta toda una extensión del proceso expiación instigado a casi finales de la década, es decir es un cambio de la adolescencia a la madurez musical prematura y parcial. Y veamos por qué: Tender al inicio lo encontramos como un evangelio lleno de emociones que seduce el espectro musical denotando la emoción de Damon Albarn y el amor por los sonidos de guitarra distorsionada de Graham Coxon dará una ventaja no sólo a este tema si no más adelante lo hará. A continuación viene un ritmo más movido, más ávido y más rockero que es Bugman, un frenesí que nos sitúa en uno de los mejores momentos del álbum. Coffe & Tv reafirma la posición de que ellos pueden hacer el mejor Pop Rock melódico, un tema cantado por Coxon en una penumbra de desesperanza y fe. Pero nos topamos con Swamp Song, este tema va movido con un temple seductor y que se atreve a negarse en convertirse en un himno y sólo se desenvuelve la mejor posición rockera que nos puede recordar a Iggy Pop. En 1992 es donde nos encontramos los demonios y las particulares interpretaciones de Albarn frente al final de su relación, un tema psicodélico, intrigante y en lazado por la guitarra estilo Grunge con el abismo que logran abrir la ambientación. B.L.U.R.E.M.I nos pone más movidos con ese estilo Art-Punk que ellos saben lograr, un tema muy corto pero muy sólido y acelerado. Volvemos a los cambios de humor y entre la intranquilidad del tema anterior pasamos a Battle, un tema que deja un claro Post-Punk dentro de una ataraxia clínica, un viaje donde el canto sólo sirve para pasar de un puente a otro en esta galaxia musical profunda e infinita. Cabe mencionar los muelles que hay entre cada canción que predicen durante cada tema otro reflejo. Para Mellow Song nos encontramos con las raíces acústicas de Damon y un ligero movimiento Rock que se encarga de ir cerrando, un tema melódico que es imposible no enamorarse. En Trailer Park nos encontramos con los protagonismos distorsionados de la guitarra de Coxon, un tema más instrumental que una interpretación vocal común. Caramel se convierte y se desenvuelve como la canción más sombría de todo este Lp, se equilibra entre el dolor y la belleza más marchita, de toque minimalistas durante todo el transcurso para hacer la metamorfosis a un cambio turbulento. De nueva cuenta las tribulaciones vuelven a escapar para traer Trimm Trabb, una aventura comisca del hastió, la resignación y a su vez la vulnerabilidad que al final termina arremetiendo con fuerza. Cerrando el tema nos encontramos con la última carta de amor que pudo escribir, es donde se ponen los últimos sentimientos y puntos sobre la mesa en esta balada de desamor de No Distance Left to Run . Al final, después de los constantes cambios emocionales, de toda batalla librada, detrás de toda la elegante melancolía, se encuentra al final Optingan 1, el cual es una instrumental grabada en efecto monofónico y sequedad sonora, con la suciedad del vinilo que hace que recordemos, sobre todo, la matiz del alma de este trabajo. Y esta es la forma de terminar un recorrido que tiene la mirada hacia otro punto, hacia otro horizonte, que nos dice que el cuarteto de Colchester pudo crecer y seguir avanzando hacia adelante, no en una entrega efímera si no en una entrega pasional que pude deleitar a más de uno.

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